Era una ama de casa normal,
le dijeron que era un trabajo fácil, es más, le dijeron que no era trabajo,
insistía, insistía e insistía en la perfección de la monotonía,
los niños limpios y planchados,
la casa limpia y planchada,
el marido limpio y planch....
hasta que un día cien veces limpió el mismo cajón..
el marido la encontró en estado catatónico,
y al loquero la tuvieron que llevar,
para cambiarle el "programa"...
...y ya nunca fue la misma.
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